Reflexiones: ¿siempre estuvo en mí?
Estos días de recopilación de diarios y escritos, me ha hecho reafirmarme aún más en que esto siempre estuvo en mí, siempre formo parte de mi ser. ¿Con esto quiero decir que desde pequeño se tenga que sentir predilección por estas cosas para poderlas disfrutar? No, en absoluto. Uno puede probar, por curiosidad, y encantarle. O siempre haber probado un rol, y al cambiar a otro, descubrir que le gusta por igual, o incluso más. Aquí, como en la vida, hay miles de opciones y libertad para tocar todas o ninguna. Pero lo que si es cierto en mi caso, es que siempre estuvo en mí. Me vienen varios recuerdos a la mente, todos entrelazados. Recuerdos que siempre estuvieron allí, pero a los que no sueles hacer caso. Películas de las que ponen los fines de semana por la televisión, de secuestros y violaciones, y yo hipnotizada viéndolas, sintiendo una vergüenza, entrelazada entre deseo y culpabilidad intentando grabar en mi memoria todo: forcejeos, cinta americana en la boca, cuerdas, b