El punto más crucial

Hoy tocaba hacer el mantenimiento a las cuerdas de yute, aprovechando que la casa estaba vacía durante unas horas (pero sin Amo disponible, que de estarlo, se aprovecha para otras cosas...). Mientras quemaba los pelitos de las cuerdas, les trataba de quitar "la vuelta" y las hidrataba con el aceite de Argan, escuchaba canciones de una playlist antigua de youtube.
Hipnotizada con la llama, y el chisporroteo breve de los pelitos chamuscados, como si fuese un proceso alquímico, empezaban a sonar canciones de la adaptación al cine de hace varios años de "El fantasma de la Ópera", que me encanta desde siempre. Y de hecho, analizando en sí el hilo argumental de la novela, las adaptaciones teatrales o la película, le noto ciertos componentes, si no bdsm, al menos tirando un poco hacía ellos. Yo siempre fui defensora acérrima de Erik, el protagonista/fantasma, que en la obra queda enmarcado dentro del perfil de villano. Al margen de sentir predilección por los villanos, a mi me encandila (aún lamentando de corazón su pasado de sufrimiento) su manera de concebir la relación, el enamoramiento y el deseo de posesión hacía Christine (y por si fuera poco, mostrando al margen de esa figura de villano todopoderoso como si de un Amo se tratase, ese punto de fragilidad humana, y necesidad de la otra persona en su vida) me hacía concebir la obra en si como una historia romántica, pasional y de amor total. Lástima de su final... y de que Christine nunca supiese apreciarle como yo hice...


Llegados a este punto supongo que os preguntareis que adónde quiero llegar. Bueno, al margen de ser una de mis primeras revelaciones sobre mi naturaleza sumisa, y el deseo de sentirme en las garras de una persona, que me poseyera y deseara, creo que volver a escuchar ciertas canciones de la película despertaron en mi recuerdos vívidos de esas primeras sesiones con Amo, como las que os comentaba aquí y también aquí me quedé pendiente de seguirlas: francamente hay un gran trecho entre la Bambi aún sin nombre de esas primeras sesiones, a la de mi post anterior, con las nalgas cubiertas de sangre y morados, o la que fue ahogada con agua (de eso ya hablaremos...). Y esa evolución también la sufrió Amo. Y aquí, el verbo "sufrir" es cuando empieza a cobrar sentido, porqué por miedo, y por nuestra situación de entorno "vainillil" pasamos unos días que fueron un auténtico viacrucis: sobretodo cuando todo se nos empezó a ir de las manos...

Un mini mini resumen de lo anterior, hace casi 4 años atrás: 

" Sí, mi Amo se iba al pueblo con su familia al día siguiente, dos semanas seguidas. Estaba muy triste, te iba a echar de menos, Amo.
Llegué a casa y me cambié, al ver mis braguitas de rayas que él me pidió llevar, me sentí muy feliz, y a los segundos, una tristeza que me desgarraba el alma por dentro. Le iba a añorar, muchísimo. Joder... ¿que coño me estaba pasando?." 


Bien, llegados a este punto, me enfrentaba a unos días sola con mis pensamientos. Lo que empezó cómo un juego entre mejores amigos de sinceridad sobre gustos personales, y prosiguió a un "esto lo controlamos", "hay fuego entre nosotros, pero lo tenemos dominado" acabó quemándonos en los morros. Y no sólo la parte bedesemera, mi mente fue suya desde las primeras sesiones... pero por su manera de ser en otros aspectos de la vida, se estaba ganando mi corazón también. Y eso era peligroso. Yo al menos estaba aterrada, al añadir el factor amor en la ecuación era todo más arriesgado: de salir mal, perdía a mi mejor amigo, a lo más parecido a un Amo que había tenido jamás, y a la persona de la cuál me estaba enamorando. Chas!


Y todo aparecía reflejado en la letra de "el punto más crucial", canción de El fantasma de la ópera que parecía narrarnos a nosotros mismos, y que Amo y yo escuchamos incansablemente en nuestra separación. Estábamos con ganas el uno del otro, y habíamos llegado a el punto más crucial, de point of no return, un camino sin vuelta atrás. Sólo podíamos dar o el todo o la nada, y no temer. Tanto fue así que planeamos las siguientes sesiones, que fueron dos, antes de normalizar todo, pasado verano (nuestra relación D/S y el empezar como pareja).
Deberéis disculparme, ha pasado demasiado tiempo, los recuerdos se me amontonan, y son como breves suspiros. Además hoy justo me bombardeaban la cabeza, y tenía que recopilarlos de algún modo. Fueron dos sesiones separadas en el tiempo: Una, en la que pasé mi primera noche durmiendo con Amo, y otra, en la que fueron dos noches y una despedida agónica.

En esa primera sesión de esta tanda, acabamos follando en el sofá de su casa, y roto ese bache que nos faltaba por superar, la cosa fue imparable. Parecíamos conejos, sexo, y además con elementos de los que nos gustaban. Llegando a exprimirnos a tal punto de follar 8 veces en un día, y en un par, 14 (lo que os puedo garantizar es que uno de mis miedos, que esa chispa se apagara, años después sigue viva). Recuerdo cosas como hacer la cena con él, estrenando unos grilletes que aún conservamos con cariño, de nuestro primer pack de objetos bdsm, llegado desde la tienda Etsy (lo formaban un flogger, una mordaza de bola, los grilletes, un antifaz, un collar y una correa, hoy en día se pueden encontrar más baratos por ebay...entonces sólo vimos esa opción) descubriendo las dificultades de cortar cosas, o llevar platos hacia la mesa, con una cadena uniendo las muñecas. También pude estrenar uno de los primeros regalitos de Amo: un disfraz de enfermera muy muy corto, de botones, que de la parte del pecho a duras penas me cerraba (estúpidos y sensuales tallajes asiáticos!). También recuerdo que esa noche apenas pegué ojo, y observaba a mi mejor amigo, durmiendo, notando su calor y su olor corporal, que con el tiempo pasó de ser un elemento extraño a algo imprescindible para mi. Ese día empecé a recibir órdenes más claras: dormir sólo con una camiseta suya, y llevarme un piropo sobre lo bien que me quedaba (Según él) y que siempre había tenido ganas de hacerme, y acostarme junto a una persona que me abrazaba y besaba tiernamente, a la par que me tocaba el culo y me manoseaba el pecho cuál pervertido, en cualquier momento de la noche: yo era suya. O al menos.... fingíamos que así lo era durante un rato, a pesar de anhelarlo los dos.
Con unas semanas de separación, y hablando a diario entre medio de sensaciones que habíamos tenido, llegó la segunda ocasión de sesionar, pudiendo pasar dos noches en su casa. Fue genial. Todo empezaba a ir más en serio. Amo me vistió de sirvienta, me advirtió antes de pasar la puerta de casa, que si entraba, no habría marcha atrás, y que en cuanto cerrase la puerta, me violaría sin piedad. Y yo, sin hablar, entré. Al cierre de la puerta principal, con llave y pestillo, me levantó y me abalanzó contra la primera superficie que tuvo a su alcance, empezando a desnudarme y a follarme. Todo era nuevo y maravilloso para nosotros, probar cosas como amordazar con cinta aislante, era lo máximo. Básicamente estábamos recreando todas nuestras fantasías e imágenes a la realidad. Y ahí apareció ese punto más crucial: se intercalaban con momentos de lo más placenteros intelectualmente. Amo me hacía reir, y amo me hacía pensar también. Al caer la noche ese día, con el culo caliente y el coñito chillando de dolor por dentro, acabamos sentados en una alfombra, al lado de la cama, con la habitación sólo iluminada con el comedor encendido y la luz anaranjada que se filtraba a través del marco de la puerta, hablando de cosas súper profundas, e intercambiando risas.... así hasta las 5:30 de la madrugada.
No quería que se terminase.... estaba realmente a gusto....
Dormimos muy poco, nos pusimos una alarma para no quedarnos dormidos y tratar de tener el máximo tiempo de sesión juntos: ya recuperaríamos el sueño perdido al día siguiente... aunque separados....
Alargué mucho el momento de despedirnos, demasiado.... pasaban las horas, y yo libraba una batalla entre escribir excusas vía móvil para justificar mi retraso en casa, junto a la sensación de incertidumbre sobre lo nuestro... no quería irme.
Amo en esos días, había repetido muchísimo la frase: "te quiero mía"....
Me necesitaba de su propiedad. Yo le había ofrecido mi alma, realmente sentía que era toda suya, pero me quería de su propiedad y en todos los aspectos. Le iban a dar por culo a nuestro entorno: aunque los amigos en común de mi ex nos criticarían (y lo hicieron) con nuestros inicios, acabamos dando el paso a algo que valió la pena más que nada en el mundo.... a mi felicidad más grande y mi encuentro conmigo misma. Con unos principios súper duros con problemas con dichas personas y mi familia, pero que logramos superar.
Y no podía ser de otro modo: el día de esa despedida, mi corazón se helaba. Pasaba de sentir mi corazón calentito, y notar como una brisa fresca, de novedad, en mi cara, a conforme andábamos hacia mi casa (decidimos andar para pasar más tiempo juntos, y cómo siempre, el me acompañaba...) a sentir que me faltaba el aire, y me pinchaban las costillas. Quería agarrar su mano y no soltarla jamás. Lloré como nunca hasta la fecha con esa despedida. Y cuando llegué a casa me dio un ataque de ansiedad. Quería ser de mi Amo. Él esperó pacientemente a que solucionara asuntos pendientes, y cuando todo estuvo correcto, lo hicimos oficial: como novios, y con el tiempo, haciendo un cambio de collar, ya no era de entrenamiento, por fin era su sumisa.



                                     https://www.youtube.com/watch?v=ZcBsvNupnXo

Os dejo la letra escrita de la canción, realmente significa tanto sobre esos días del pasado...

Fantasma: Vete ya, que aquí está y usar la trampa sabré...

No te asombres, si buscando has venido aquí, un anhelo secreto que no sabe nadie...
Nadie...

Se han unido mi ansiedad con la tuya, ¡sí! Y tu mente obediente sucumbe a mí, y hasta tu inmensa defensa  sucumbe a mí; tu alma se rinde a mí, no hay elección,
tú lo sabes...
Lo sabes...

Pasa el punto más crucial, no habrá retorno; el tiempo de fingir pasó también.

Al llegar hasta el final no te resistas, No pienses, tocarás tus sueños, ¡ven!

¿Qué fuego habrá en tu corazón? ¿y qué deseo, y qué emoción? ¿Qué fuerza encierra la pasión? ¡Ah!

Pasa el punto más crucial, la puerta de oro que está ocultando el fruto del edén,
y descubriéndolo, ¡sé a quién!

Christine: No te asombres si el temblor me obligó a callar, si es la prueba que esperas,
la espero yo antes...
Antes...

He venido como una ola que mueve el mar. En mi mente ya vi nuestros cuerpos callados y unidos con fuego en el aire.

Ya estás conmigo tú, y la atracción es tan grande...
Tan grande...

Paso el punto más crucial, ya no hay retorno, el tiempo de sentir por fin llegó.

Ya no existe el bien y el mal, el mundo es nuestro, ahora unidos siempre tú y yo.

¿Cuándo esta flor podrá crecer? No puede arder la sangre aún, ¿no habrá placer que nos consuma?

Fantasma, Christine: Paso el punto más crucial, ya no hay retorno, no hay vuelta atrás, no hay puente que salvar... después del punto más crucial...

Fantasma:
Dime que compartirás conmigo una vida,
y un amor hasta la eternidad,
Di que quieres que yo esté a tu lado,

¡Sálvame De Esta Profunda Soledad!
¡Christine!
¡No Te Pido Nada...Mas!

En este caso, y al menos hasta ahora nos salió super bien pasar el punto más crucial. Hay riesgos en la vida, que si no se toman, se pierden oportunidades de oro. Pero es normal dudar, temer... 
Amo, me alegro de poder ser suya por fin, y de seguir esta andadura en tratar de mejorar mi aprendizaje para intentar ser pronto una esclava digna de mi Dueño. Eres tú quien me salvó de una profunda soledad...

Sí... se que este post a sido más ñoño y dulzón, pero "shhht" me hacía ilusión documentarlo también. Si tengo pendiente escribir sesiones como la próxima que quiero hacer, fue gracias a estas ñoñadas!! jajajajaja 

 

Comentarios

  1. Asi eres tú... dulce y morbosa... ñoña y violenta...

    Deliciosa

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    Respuestas
    1. Ay Arween, me dejas sin palabras, y me enrojeces a más no poder! <3

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  2. Asi eres tú... dulce y morbosa... ñoña y violenta...

    Deliciosa

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